La vida va cambiando nuestras circunstancias y llegada esta época somos muy conscientes de esos cambios...recordamos posiblemente nuestras navidades de niños,quizás con los abuelos o primos,las navidades de no tan niños con nuestros padres y hermanos,las familias eran generalmente más numerosas que ahora y las fiestas un poco caóticas...
Las Navidades cuando ya tenemos pareja y empieza el tira y afloja que si "con los tuyos " y que si con "los míos "pero ya juntitos eso sí,que mi casa es donde estás tú.
Y empezamos a variar el lugar donde celebraremos la Nochebuena,en nuestra casa o en la de algún hermano y así seguimos juntándonos...
A mi siempre me produjo un poco de estrés esta situación,nunca sabemos hasta la última semana si me toca preparar la comida de Navidad o me toca la cena de Fin de Año.
Se van sumando algunas decepciones ,relaciones deterioradas,pérdidas de seres queridos,ya todos tenemos hijos y parece que hay quien cree que no puede irse a Cancún a celebrar las fiestas soñadas porque se siente obligado a no fallar a esa comida familiar,no tardará en caer en la cuenta que para eso tendría que tocarle la lotería,y no sería más dichoso que entonces...en aquellas Navidades.
Ahora somos un matrimonio de mediana edad con un hijo o dos ,lo ideal,creo yo,es sentarse en casa y disfrutar de una cena especial donde fluya la comunicación,pero parece que para estas ocasiónes no se puede ser menos de 10 personas,y la peor pregunta que se repite - ..."...solos???"
-"No solos no,juntos...pero solo somos tres de familia así que estamos todos..."
Y ya no me crea ninguna ansiedad pensar que somos menos, no tener una mesa grande,no tener que esperar por los últimos en llegar porque vienen de más lejos o hacer 5 platos para tener un menú que nos contente a todos.
Sin esas espectativas tan grandes,las Navidades son menos decepcionantes,más normales,tranquilas y entrañables como siempre.
Las Navidades cuando ya tenemos pareja y empieza el tira y afloja que si "con los tuyos " y que si con "los míos "pero ya juntitos eso sí,que mi casa es donde estás tú.
Y empezamos a variar el lugar donde celebraremos la Nochebuena,en nuestra casa o en la de algún hermano y así seguimos juntándonos...
A mi siempre me produjo un poco de estrés esta situación,nunca sabemos hasta la última semana si me toca preparar la comida de Navidad o me toca la cena de Fin de Año.
Se van sumando algunas decepciones ,relaciones deterioradas,pérdidas de seres queridos,ya todos tenemos hijos y parece que hay quien cree que no puede irse a Cancún a celebrar las fiestas soñadas porque se siente obligado a no fallar a esa comida familiar,no tardará en caer en la cuenta que para eso tendría que tocarle la lotería,y no sería más dichoso que entonces...en aquellas Navidades.
Ahora somos un matrimonio de mediana edad con un hijo o dos ,lo ideal,creo yo,es sentarse en casa y disfrutar de una cena especial donde fluya la comunicación,pero parece que para estas ocasiónes no se puede ser menos de 10 personas,y la peor pregunta que se repite - ..."...solos???"
-"No solos no,juntos...pero solo somos tres de familia así que estamos todos..."
Y ya no me crea ninguna ansiedad pensar que somos menos, no tener una mesa grande,no tener que esperar por los últimos en llegar porque vienen de más lejos o hacer 5 platos para tener un menú que nos contente a todos.
Sin esas espectativas tan grandes,las Navidades son menos decepcionantes,más normales,tranquilas y entrañables como siempre.