En las
vacaciones de
verano,en cuanto ya no tenia que ir al colegio y hacía
buen tiempo subía sola a casa de mi
amiga Chus.
Mamá me preparaba un bocadillo de fiambre para llevar, y me daba unas monedas para que me comprara un refresco .
La distancia sería de 2 km,y el camino muy pendiente hasta allí,el primer tramo lo conocía muy bien,hasta el
lavadero.
A partir de ahí aún era mayor la inclinación .Pasaba por delante de una hilera de "cocheras",garajes,un poco de terreno llano antes de llegar a una pronunciada curva,a partir de ahí ya no había asfalto,era un camino ancho y polvoriento.Una explanada ancha donde los vecinos hacían la fiesta de San Juan,podía dejar de mirar al suelo ese tramo,al pasar por allí me entretenía observando las pequeñas huertas que se veían en los pendientes terrenos de los alrededores,y las chabolas en las que guardaban los aperos.A la derecha comenzaba un camino muy estrecho, y tan empinado que cuando terminabas de subir los escasos metros que duraba me dolían los gemelos como si hubiera subido 500 escalones.
La mayoría de las veces hacía una pausa antes,en otro pequeño lavadero,salía un agua muy fresca ,se salía por todos lados, a través de las piedras ,crecía mucho musgo y se formaba fango,en varios sitios, se criaban renacuajos,podía verlos coleando, otros ya con patas...y ranas.
Ya Un poco más fresca subía,allí estaba normalmente mi amiga,delante de su casa,con los suyos disfrutando de la sobremesa,sentados a la sombra.Su madre siempre era muy amable conmigo, y me preguntaba por la mía,y por cómo me había ido el curso.
Chus era mayor que yo pero a mi me gustaba mucho estar con ella.Jugábamos un rato al cascajo y luego subíamos a su habitación.Ella era la pequeña de cuatro hermanos,todos chicos así que era la "nena" para todos y tenía una habitación para ella sola,pintada de color, cosa poco usual entonces,y con posters,cosa impensable en mi casa.
Tenía uno de Bertín Osborne,que no sé cómo no se le iba el color de tanto sobarlo.
Ponía la radio, a ratos cantábamos, a ratos bailábamos y a ratos hablábamos.Sus hermanos eran muy hábiles y fabricaban cosas muy curiosas,hicieron un periscopio ,era un tubo con espejos dentro,lo sacábamos por la ventana sin tener que asomarnos y podíamos ver quien salía y entraba del bar que que estaba al lado de su casa,sin ser vistas.Era un bar pequeño,al que acudían siempre los mismos amigos,nuestro entretenimiento consistía en repartirnos los hombres como si fueran cromos:
-"El primero que salga para ti"...-
y así comenzaba el juego, la gracia estaba en que sólo uno o dos eran guapos, así que te podía tocar un feo,
uno más feo, o uno gordo, o uno calvo o un viejo.
Bajábamos al bar por mi refresco,merendábamos...
La tarde pasaba muy rápido allí.Antes de la hora de cenar me iba a casa,era el trato que hacía con mamá y tenía que obedecer si quería que me dejara volver al día siguiente.
Ahora el camino era todo cuesta abajo y ya no hacía calor así que lo hacía en mucho menos tiempo.