En el atillo de las casas grandes suele haber un trastero,
allí nunca pasa nada,
las horas son eternas y aburridas,
nada que hacer,solo esperar.
Una vez te suben al atillo pierdes la esperanza,
ya nadie te usa.
Te dejan en un rincón y se olvidan de ti por mucho tiempo,
estás viejo.
Rara vez alguno sale de allí ,si acaso para que le arrojen a la basura.
La luz de un pequeño ventanuco da la pista de lo que pasa fuera,
si hace sol,llueve o nieva,si es por la mañana,por la tarde o por la noche.
Deja entrar el sonido de risas,voces...el silvar del viento y el rumor de las hojas.
Tiempo,mucho tiempo para recordar cuando eras nuevo,moderno,y tan práctico...
la vida giraba entonces entorno a ti,
Cualquier otro mueble que vino después debía combinar bien contigo.
sentías que te querían ,que eras imprescindible en sus vidas ¿acaso era todo mentira?
no,no era mentira,te guardan porque aún te quieren,por eso no te tiran,
has cumplido tu ciclo.
Antes de llegaras ,en tu lugar,había otro mueble grande tosco y triste,
estaba allí en medio , cubierto de polvo, esperando a subir al atillo,
lo bajaron el día que te subieron a ti porque se quedaban sin espacio...
Cada mucho tiempo alguien sube
"lo mismo me llevan a casa de alguien que me necesite,
quizás me restauren o se dieron cuenta que puedo quedar bien en otro sitio..."
Es emocionante que vuelvan a abrir los cajones y encuentren útil algo de lo que guardo.